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Crucifijos en las aulas

lunes, 20 de diciembre de 2010

El otro día en clase conjunta se habló sobre las agencias socializadoras, y profundizando en el tema se desvió el debate sobre los crucifijos en las escuelas. Las últimas noticias acerca de este hecho es que la Justicia de Valladolid ha dictaminado que se quiten los crucifijos de las clases de las escuelas públicas. Esta confrontación entre los que querían mantener el crucifijo y los que querían retirarlo llegó hasta el parlamento. Personalmente creo que estamos ante una polémica que se debería de trata por territorios, y no por Estado Español. Me explico, si aceptamos la retirada del crucifijo católico cristiano a nivel nacional, algunas comunidades estarán en contra con motivos plenamente católicos y religiosos, mientras que en otras los motivos serán de raíz cultural.

Considero claramente un error el quitar los crucifijos de las escuelas españolas. Y veo este error, cuando leo comentarios como el de algunos políticos o el de algunas personas que escriben en periódicos, y que afirman como en este ejemplo: ¿podrían, también, los mahometanos de una comunidad escolar pedir que se colgara la media luna en las paredes de las clases?, ¿y los judíos, la estrella de David? Dando un paso más, ¿podría pedir un ferviente militante del PP tener a la vista la gaviota de su partido?, ¿y uno del PCE, la hoz y el martillo?, ¿y otro del PSOE, el puño y la rosa?
La cruz en las escuelas. El País

Aquí es en donde se demuestra que los intereses de quitar los crucifijos son otros. Muchas personas no se dan cuenta que el crucifijo en las clases no impone el catolicismo en ciertos contextos (puesto que si se trata de un colegio Salesiano es normal que el crucifijo presida, como símbolo del amor de Dios, para los cristianos), y comparar el crucifijo con un símbolo de un partido político o un estadio de fútbol es un grave error. El crucifijo es un elemento cultural, que si se quita, se elimina, o se frivoliza con él, se está dañando la cultura de un pueblo. Pasa lo mismo cuando vamos por las calles de un pueblo en donde en una plaza hay una virgen, y la plaza toma el nombre de esa virgen. Con todos mis respeto, pero ¿creéis que la virgen impone el catolicismo?, claro que no, la virgen está simbolizando el contexto cultural y la importancia de un elemento cultural que tiene el pueblo.

El debate político que llega a la sociedad está en que si defiendes que el crucifijo no se suprima de las clases, te declaran católico y defensor de la iglesia; y si no estás de acuerdo con ello, eres un anticlerical y ateo extremista. Pienso que el origen de ello es otra cosa. Las razones que muchos estudiosos, pedagogos, profesores, etc., dan para que los crucifijos salgan de las escuelas se basan en que la escuela debe de ser neutra, un espacio sin ninguna influencia de poder que pueda determinar la educación de un menor. De esto mismo, estoy de acuerdo, aunque pienso que la educación debe de estar íntimamente sujeta al contexto del educando, con lo cual debe de ser partícipe de su cultura.

Dicho esto, creo que el debate político estaba y está en nutrir la ideología de partidos políticos extremistas que consideran la religión como uno de los grandes males de la sociedad. ¿Por qué pienso esto?, es muy simple, si la religión católica no fuera el objetivo de destrucción de algunos partidos políticos, que ven el crucifijo como un elemento religioso y no cultural, habrían llevado al debate otras iniciativas que no eliminar el crucifijo, por ejemplo incluir en las aulas la diversidad cultural y religiosa. No quites un crucifijo, sino enseña otras religiones y otros elementos culturales.

1 comentarios:

José Manuel Hermosilla Rodríguez dijo...

Este tema es muy controvertido. Yo personalmente pienso que en las escuelas públicas se debe respetar el principio de "neutralidad" al menos en la simbología presente en el centro. Por ello, si se quieren retirar los crucifijos de las aulas que se haga. Otra cuestión son los centros confesionales o el espacio público de ciudades y barrios, donde efectivamente puede formar parte del histórico cultural. La religión es siempre un tema controvertido, pero creo que tratado con naturalidad no debe constituir un elemento de distorsión, sino contextual de la educación de cada uno. Buena entrada, Jose