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El Educador social en la Democracia Real Ya

martes, 31 de mayo de 2011

Actualmente, estamos viviendo un momento histórico que debe de importarnos no sólo a los jóvenes, sino a la población en general. Por supuesto, lo que atañe a la sociedad debe de ser susceptible de estudio para la profesión del Trabajo Social y de la Educación Social. Muchos son los teóricos que coinciden en que estamos viviendo épocas de una gran revolución. Si atendemos a la definición de revolución podemos ver que se refiere al cambio o transformación respecto a un pasado. Si analizamos la estructura mundial, tanto el pasado como el presente están activando mecanismos que dejan a la sociedad, al pueblo, a los ciudadanos de a pie, como sujetos pasivos, como ciudadanos metidos en “la caverna” de Platón. Las falsas creencias y los falsos convencionalismos que actualmente existen, manifestados en un bipartidismo político, son ejemplos para darse cuenta de que existe un poder del capital, de las grandes empresas internacionales, un poder elitista que nos controla. Pero, lo más lamentable no es que nos controlen, sino que aparte de eso, somos víctimas de sus desajustes y desequilibrios sociales y económicos. Lo cierto es que, ante un sistema socioeconómico que oprime al pueblo, éste manifiesta su reivindicación como lucha por sus derechos sociales. Es por ello, que actualmente está ocurriendo, a mi parecer, unas revoluciones históricas, tal como adelantábamos al principio, como por ejemplo “la famosa Democracia Real Ya” o “la Plataforma 15-M”

Estos movimientos se autodefinen como apartidistas, contrarios a los movimientos ideológicos del gobierno, que declaran como base de su manifestación “el no me representa”, “su historia no se refiere a mí”. Para este movimiento, las opciones políticas ya ni convencen ni se reconocen. Por ejemplo, podemos ver eslóganes en la calle sobre “no es que estemos en contra del Sistema, sino que es el Sistema el que está en contra de nosotros”. Estos grupos que se han creado se definen apartisdistas y su finalidad no es seguir una ideología política representativa, sino dar voz y voto a aquellas personas ciudadanas que no se sientan representadas por el Sistema, para crear juntas nuevas estrategias. El otro día pude leer de los periódicos y de los manifiestos que se han elaborado a raíz de estos movimientos, algunas reivindicaciones. Según este movimiento el fin es concienciar, crear nuevos espacios de intervención en el que todos y cada uno de los ciudadanos participe, creen estrategias de cooperación, ayuda mutua, que tengan una idea clara que les haga seguir como grupo. Estas plataformas que se están creando, rechazan un sistema electoral bipartidista, ante los gobiernos que no garantizan los derechos sociales, ante el capitalismo que ahoga a los ciudadanos, un dominio del control del conocimiento, etc.

Ante todo el revuelo que se ha creado, y ante las anécdotas que han ocurrido en los últimos meses, reflexiono y llego a cuestionarme preguntas como ¿qué papel debe tomar el trabajador social?, ¿qué importancia debe de tener la educación en esta lucha por una justicia social? ¿La Educación Social debe formar parte de este asunto, debe de mediar, de intervenir o sólo analizar? Pero no sólo las cuestiones iban dedicadas a la profesión, sino también a la sociedad, a aquellas capas más bajas de la sociedad o a aquellos excluidos sociales. ¿Realmente las capas más bajas de la sociedad, que están por debajo del umbral de la pobreza están concienciados de este movimiento?, ¿qué capacidad real de participación tienen las personas en situación de marginación o exclusión social? Cabría hacer un inciso cuando hablamos de la participación social de las personas excluidas y marginadas. Es cierto que muchas personas (jóvenes, inmigrantes, personas mayores, etc.) que participan en estas manifestaciones presentan características comunes como la situación de exclusión social, algunos por falta de trabajo, otros por falta de reconocimiento de derechos sociales, etc., pero lo que intentamos reflexionar es sobre el nivel de capacidad de vinculación a este movimiento que tengan personas que no tiene acceso a los recursos en igualdad de oportunidades. Pongo un ejemplo, una persona “sin techo”, ¿realmente creéis que participa en las manifestaciones? El otro día, me acerqué a la manifestación que se hacía en Sevilla y por el camino me encontraba a varias personas “sin hogar” que seguían en el mismo sitio en donde habitualmente duermen o piden.

Ante esto, me preguntaba también ¿el fallo es del movimiento social o de las personas sin techos, o de las personas marginadas? Ciertamente el factor “educación” es un condicionante que debe de estar presente desde un ámbito general. No con ello queremos decir que la persona Sin Hogar tenga que tener educación para ir a la manifestación. Una persona que pasa hambre, que no accede a los recursos, y que la sociedad los margina es totalmente normal que no le interesen estas manifestaciones, ni ninguna otra, pues lo primordial es comer. Además, cuando antes hablábamos de educación, nos referíamos a una educación como pilar básico y elemental. Es por ello, que desde la Educación Social, no vamos a “educar” a las personas para que vayan a la manifestación, lo que debemos de pretender es formar, trasladar conocimientos y pautas, educar en valores, en derechos, intervenir socipedagógicamente con el fin de desarrollar la conciencia crítica y la autonomía de las personas.

Ahora, podemos oír con estas revueltas sociales que es necesaria la lucha de la pobreza, ésta se debe de construir como potencia y no como carencia. Ante ello, no debemos de olvidarnos hacer referencia a nuestro legado del pasado. Sin irnos muy lejos en el tiempo, ya Paulo Freire con su “Pedagogía del Oprimido”, o Carlos Marx en sus numerosas obras (respetando las distancias entre uno y otro autor), estaban convencidos que le poder del pueblo, un pueblo pobre y analfabeto, mediante mecanismos de concienciación y transformación podía conseguir mucho. Cuando hablamos de la potencialización de la pobreza, tenemos que hacer referencia al poder que tienen las capas sociales más bajas. Palabras como capacitación de la sociedad, empoderamiento de la sociedad civil, resiliencia, lucha por los Derechos Sociales, son objetivos profesionales del Educador Social cuando interviene en la propia comunidad con ciertos problemas.

Si podemos acceder al texto titulado “La lucha contra la exclusión y la activación de la red de solidaridad primaria: creación de capital social y capital cultural en el plano local” de Fernando Vidal Fernández, podemos apreciar cómo el autor aporta las maneras de combatir la exclusión social. Las dos formas que él propone son: por un lado la movilidad social, en términos de empoderamiento de los sujetos, el logro de mayores libertades y autonomías mejorando su empleabilidad, trabajando la calidad del territorio y sus servicios como la vivienda, la educación, participación, la cultura, etc., y por otro lado la necesidad de la reconciliación social del sujeto. Al igual que como veíamos en el párrafo anterior, éstas medidas para luchar contra la exclusión social son ámbitos de profesión en los que el Educador Social interviene para mejorar la situación del sujeto y del entorno en interacción.


Si volvemos a las manifestaciones que están ocurriendo hoy en día bajo el lema ¡Democracia Real Ya! , a simple vista parece que los derechos que exigen y reivindican son derechos que ya están recogidos en Pactos Internacionales, como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Universales que entró en vigor en 1976 o en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lo cierto es que se podría abrir un debate de si esos derechos aprobados por los Países se cumplen en su totalidad o no. Cabría replantearse hasta qué punto la sociedad, cada vez más convertida en una sociedad pasiva controlada por los intereses elitistas del capital, debe de concienciarse de una revolución necesaria para que el sistema cambie, tal como actualmente está pasando. O por el contrario, si también debemos de desconfiar de estos movimientos que se están creando, que dicen ser apartidistas, pero que en un futuro puede o dejan la duda de ser representativos y con unos intereses subyacentes también desconocidos. Lo cierto es que esta duda y la desconfianza generalizada la ha creado el propio Sistema en el que existen numerosas desigualdades sociales, y que de una u otra forma debemos de luchar por la justicia social y la igualdad en oportunidades. Es imprescindible recordar que el tener políticas sociales y programas de prestación social (salud, desempleo, alimentación, etc.) no implica la existencia de un Estado de Bienestar. Éste se hace efectivo con el reconocimiento de los derechos humanos y sociales. Es por ello que se deben de realizar actuaciones que aumenten el bienestar, la autonomía y la calidad de vida de las personas. Por lo tanto, aunque para algunas personas el plantearse cuestiones como las que se han escrito a principio de la entrada del blog, y que se relacionan con la Educación Social sean de poca importancia o crean que no tienen cabida, lo cierto es que tenemos una profesión y una disciplina básica que se muestra transversal a todos los asuntos que ocurran en al sociedad. Desde mi punto de vista, la Profesión de Educación Social, respetando los intereses individuales de cada persona, no debe de posicionarse en la propia sociedad sin antes analizar la realidad en sí y cuáles son las posibles consecuencias o las nuevas vías a las que nos llevarán tal actualidad social.

Intervención Social con personas con Autismo

viernes, 27 de mayo de 2011


"Lloré, porque uno como padre pone muchas esperanzas y expectativas en sus hijos y aunque sabes que ningún niño es perfecto, quieres que sean saludables cuando nacen. Me preocupé mucho sobre su futuro, sobre cuál tipo de educación va a tener, sobre quién va a ayudarlo cuando se convierta en adulto y yo no esté", cuenta una madre de un niño autista. ( http://www.impre.com/laopinion/vida-estilo/salud/2011/5/24/el-autismo-debe-detectarse-a-t-257354-1.html#commentsBlock )

Después de leer las palabras de una madre sobre su hijo autista nos podemos hacer la pregunta ¿la sociedad está capacitada para vivir junto con personas con algún tipo de trastorno mental? Parece ser que la palabra “saludable”, que dice la madre del menor autista, se impone por una dictadura mercantilizada de lo que es o no salud para el individuo. Las industrias multinacionales, las marcas de grandes empresas, y por qué no decirlo, incluso las farmacéuticas proyectan una imagen de bienestar y vida saludable mediante eslóganes publicitarios que no hacen otra cosa que captar al ciudadano, mentirles sobre lo qué es o no “salud”, y beneficiarse a costa de eso. Todo aquel que se salga de ésta “dictadura” se verá como un enfermo, al que hay que apartarlo de la sociedad y/o al que hay que ayudar y apoyar mediante prácticas asistencialistas.

Todo esto forma parte de una compleja y dinámica estructura en la que existen diferentes determinantes o condicionantes que hacen que en la sociedad se generen estigmas sociales, preocupaciones, estereotipos, prejuicios; así como por parte del gobierno todavía no se intente paliar la exclusión social y marginación de dichos colectivos. Será porque en mi entorno social exista algún caso de autismo o porque me entusiasma el misterioso, pues para mí lo es, enigma de este trastorno, que supone para mí un tema muy atractivo. Además, considero que el Educador Social tiene una labor fundamental con este colectivo, no sólo para mejorar sus habilidades sociales y educativas, sino para nosotros mismo como avance y desarrollo de nuevas investigaciones en Educación Social.

La relevancia del Educador Social debe de exigirse después de leer noticias como ésta: “Padres denuncian que escuela Reus no deja ir de excursión a su hijo autista”

( http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=817438 ), en la que se constata la carencia de recursos existentes en los centros escolares, en las familias y en la sociedad en general para atender a este colectivo. Personalmente, he presenciado como una madre por unas escaleras del portal de un vecindario va a toda prisa con su hijo autista para que los vecinos no se paren a preguntar, o a dialogar sobre él. Es cierto que la dificultad para afrontar una situación así, como cualquier otra, es difícil por mucho que avancemos socialmente, pero debemos de intervenir de manera precoz e interdisciplinar para evitar mayores problemas en un futuro.

En cuanto a al exposición, me ha parecido correcta, interesante e innovadora al incluir el arteterapia y la equinoterapia como medidas de intervención para estos casos. Sinceramente no conocía la terapia con caballos. Pero es otra modalidad de intervención que mientras esté coordinada con otras formas y actuaciones en beneficio del menor y la familia se le debe de dar importancia. He echado en falta un poco más de actuaciones a nivel general, del educador/a social en el ámbito de los menores con autismo. No obstante, debo de decir que me ha gustado mucho el conocer nuevas formas de intervenir y aprender sobre este trastorno que aún se desconocen los orígenes.

LAS NUEVAS TECONOLOGÍAS

viernes, 20 de mayo de 2011


El tema que expusieron las compañeras en clase tiene repercusiones sociales en nuestros días. Tanto es así, que todo ya está enfocado a la Sociedad de la Información y de la Comunicación. Si mi hermano mayor ya me dice que cuando él era chico se tenía que levantar para cambiar la programación de la televisión porque no existía mando del televisor, yo hecho la vista atrás y me acuerdo del paso del casset al mp2, mp3, al Cd, a la entrada del DVD, el avance y desarrollo progresivo de los móviles de teléfono, o por ejemplo los ordenadores; no existía ni si quiera la vitrocerámica. Es más, me acuerdo cuando en primero o segundo de la E.S.O., el profesor me mandaba hacer un trabajo en ordenador buscando información pro Internet y me tenía que pasar la tarde entera metido en un cibercafé, porque todavía el ordenador y aún más el Internet era un bien lujoso. Hoy en día esto está avanzando a pasos agigantados. Podemos incluso decir, que ya nosotros el Ser Humano no controlamos el mundo de la Comunicación e Información, estás TICs, sino somos controlados por ellas. Necesitamos su constante utilización y uso. Todo lo que nos rodea, está cada vez más sujeto a la sociedad ciberespacial.




Aquí surge un problema bastante importante, y que ni si quiera los grande dirgentes políticos con sus propuestas de innovación y mejora no saben resolver. El hecho de que exista un espacio enorme de esta sociedad de la información y de la comunicación (que se traduce entre otros elementos, los más usuales: Internet, Móviles, Televisión, Medios de Comunicación, etc.), hacen que impacten en la sociedad de modo que no se tenga una información previa de lo que se está utilizando, junto con un descontrol en la utilización y vigilancia de la misma, redunda en problemáticas sociales, como las que vimos en a exposición de nuestras compañeras. Las adicciones a estas tecnologías, el uso y consumo de las mismas sin ninguna referencia ni manual de control, la escasa vigilancia de la ingente cantidad de comunicación que se emplea, que perjudica o beneficia al usuario.




Xabier Carbonell, doctor en psicología e investigador relaciona el uso de estas Nuevas Tecnologías, sobre todo en Internet, con procesos psicológicos de identidad social. Para profundizar, pinchar aquí, para poder ver su entrevista en el periódico La Vanguardia. Siguiendo con las aportaciones de Xabier, he de decir que uno de los grandes debates que hay sobre la mesa es: hasta qué punto las nuevas tecnologías que se suponen que beneficiarán y facilitarán la comunicación y la información, será perjudicial en el desarrollo personal e integral de la persona. Pero seamos positivos, no todo está mal. Las Ntic, nos han facilitado trabajo, nos han permitido estar conectados con otras partes del mundo, nos han permitido también profundizar en los estudios, abrir nuestras mentes, facilitar y acomodar al Ser Humano en las tareas de la vida diaria, desarrollar en investigaciones, y avances médicos, sociales, etc. Es decir, estas TICs nos permiten construir un futuro más a la medida del Ser Humano. Lo primordial es darse cuenta de un uso adecuado y beneficioso de éstas tecnologías. Para ello la palabra clave es la EDUCACIÓN. Y tanto el Estado, el gobierno, las instituciones sociales, la familia y el individuo están implicados a la hora de proveer esta EDUCACIÓN. Es por ello que en este ámbito tan provechoso tiene una gran labor la Educación Social, y nunca mejor dicho Educar para, en y por la Sociedad.




En resumen, decir que la exposición me pareció interesante, aprendí que existe un vacío socioeducativo en cuanto a recursos y legislación para enseñar estas TIC a las personas que no han crecido con estas tecnologías, los llamados “inmigrantes digitales”. Y amplié mi campo de visión en cuanto a los ámbitos que debe de intervenir un Educador Social, cuánto queda por trabajar e investigar y sobre todo en este espacio de las Nuevas Tecnologías que es al que aspiramos en un futuro, pues es una realidad manifiesta.

La Salud Mental y la Intervención Socioeducativa




Dado que el trabajo de Salud Mental ha finalizado, su exposición ha concluido y el grupo ha dado por finalizado el proyecto de intervención, a continuación os muestro un informe realizado por mí, sobre el desarrollo, la evaluación y las conclusiones del proceso tanto del grupo de trabajo como de la temática trabajada sobre Salud Mental. Los esfuerzos realizados se han plasmado en un trabajo que ha sido de interés general para el grupo, y en particular una gran satisfacción de haber podido profundizar en un tema tan desconocido para mí. En dicho informe que muestro a continuación expreso también los motivos de por qué este informe y no una realización sucesiva de entradas en el diario grupal.




Para ver el informe PINCHAR AQUÍ.

ANCLAJE. EL ALCOHOLISMO

lunes, 16 de mayo de 2011




El tema que se expuso en la conferencia-seminario del pasado miércoles supuso un cambio de visión de la que yo tenía sobre el consumo de alcohol y cómo la sociedad percibe a la persona enferma alcohólica. No deja de sorprender el hecho de la importancia que se le da a los problemas del consumo de tabaco, promulgando, incluso, una ley antitabaco, que ha hecho que dejemos a otras drogas, a veces más dañinas, como es el consumo abusivo del alcohol. Esto mismo se mencionó en la conferencia, en la que pudimos escuchar a una profesional de los social de la Asociación Anclaje, Alcohólicos Rehabilitados, criticando la falta de apoyo en muchas ocasiones de los poderes públicos, a parte de la escasa concienciación de los efectos y daños del alcohol en los jóvenes.


Dentro de esta asociación existen numerosos programas con el objetivo de reinsertar en la sociedad a la persona rehabilitada de la enfermedad del consumo, dependencia y abuso del alcohol. La atención primaria, tal como resaltaba la ponente, es muy importante ya que requiere de un trabajo interdisciplinar basado en una atención social, técnico facultativa, de terapia psicológica y asistencia al enfermo. En este aspecto la labor del trabajador social es esencial en cuanto a la formación de un grupo de ayuda mutua, y en la asistencia a terapias con estas personas.


Existe una visión masculinizada del problema que repercute en diferentes estereotipos tanto para la mujer enferma como para el hombre. En esta asociación se le intenta dar cabida y solución a ambos sexos. De hecho existen terapias psicológicas y terapias con la trabajadora social de grupos compuesto por mujeres y por hombres. A a continuación os dejo un enlace para que podáis escuchar una terapia con mujeres alcohólicas que está bastante interesante. http://www.rtve.es/alacarta/audios/radio/primera-persona---terapia-mujeres-alcoholicas---09-01-11/983098/


Cuando hablamos de Asociaciones de Alcohólicos Rehabilitados normalmente la figura del educador social es casi inexistente, puesto que la suple, en su caso, el trabajador social interviniendo con la familia y con las redes de apoyo de la persona afectada. Es cierto que la figura del educador social tendría un papel bastante innovador dentro de estas asociaciones aportando una visión totalmente educativa y haciendo de interventor entre la familia, la sociedad y el sujeto de manera que trabaje los aspectos de resocialización y prevención en materia de drogas, como lo es el alcohol.


Aún así, esta figura, a mi entender, no está en desuso, puesto que los educadores sociales van teniendo cada vez mayor presencia en los institutos y escuelas, así como en los Programas de las distintas Administraciones Públicas para concienciar, sensibilizar de manera socioeducativa a los jóvenes y menores ante este problema. Y, aunque muchas veces no seamos consciente de ello, me incluyo yo que soy joven, el alcohol se ha convertido en un problema social. Cuando existen movimientos sociales de jóvenes, u organizaciones con previo aviso con el motivo de beber y disfrutar ya se nos están dando indicios de que la manifestación del alcohol está presente y moviliza a masas de jóvenes. No pretendo discutir si el alcohol es bueno o malo, pues todos o casi todos tendremos por costumbre beber alcohol o brindar en Nochevieja, pero sí el consumo abusivo y la dependencia genera un problema.


Además, como droga que es, el alcohol es el aliciente perfecto que pone de manifiesto un entramado de problemas y conflictos que un sujeto presenta en un momento determinado y que viene encauzándose desde una historia personal. Como profesionales, debemos mirar más allá d ella persona, no centrándonos en ella como el síntoma principal de sus problemas, sino más bien como sujeto y partícipe de una red de sistemas sociales y familiares. La importancia de la prevención es esencial que se empiece a trabajar desde edades muy tempranas, creando y promocionando hábitos de vida saludable. Personalmente, creo que también es importante trabajar a nivel comunitario no sólo la prevención sino también con el desarrollo de actuaciones socioeducativas dentro de la sociedad, sobre todo centrándose en los grupos de iguales en los que el menor o el joven empiece a relacionarse. Considero que ante los numerosos casos en los que el menor se ha visto influenciado por el grupo de iguales y las relaciones sociales, es preciso actuar con el apoyo de los Servicios Sociales Comunitario, las asociaciones competentes, así como el centro educativo.


Para ir concluyendo decir que me ha parecido una gran exposición. Quizá me ha faltado por escuchar un poco más de descripción de cómo está la realidad social actualmente, aún así los programas que se han explicado y la manera en la que han podido intervenir ha sido algo innovador para mí que desconocía el funcionamiento de este tipo de asociaciones.

La Cohesión Social y el Papel del Educador Social

La pasada semana en una de las clases que tenemos de otra asignatura se habló sobre la responsabilidad pública que debe de existir ante los problemas de marginación, exclusión, desadaptación social, etc. En definitiva, se expuso un panorama totalmente negativo sobre la aplicación de medidas en la intervención social sobre temas de inclusión social e igualdad de oportunidades. De hecho, también se pudo hablar sobre la realidad social de las políticas sociales actuales.
Claro está, que no fue del agrado de muchos, entre ellos yo, de escuchar siempre lo mismo: que falta mucho por hacer, que existe una desigualdad entre hombres y mujeres, lo que conduce a la exclusión de la misma, que el sistema de bienestar social actual presenta numerosas carencias, los derechos sociales y humanos no se están cumpliendo, etc. Lo lamentable es que aunque estemos hartos de escuchar lo mismo, es todo cierto: ¡Queda mucho por hacer!, y no por ello pretendo ahora unirme y simpatizarme con la manifestación que está teniendo lugar en estos días, llamada “Democracia Real Ya”., sino lo que intento es hacer una reflexión sobre las nuevas perspectivas existentes en nuestra sociedad, en el modelo en el que estamos, y hacia dónde nos van a llevar.


Eduardo Punset ya dijo en su tiempo que el ser humano en un futuro tenderá a ser más solidario, mayor ecologista, humano y concienciado con los problemas sociales. Y yo pienso que hasta que se cumpla aquello, mientras tanto lo que estamos haciendo es jugar con fuego, pues como al fin y al cabo seremos más solidarios, no hay nada que perder. Y de esta misma ironía juegan nuestros políticos de hoy en día. Numerosas inauguraciones y promesas en este último mes se están dando antes de las elecciones municipales. Por ejemplo, el otro día en una mesa redonda sobre el bienestar social que queremos para Sevilla, el invitado socialista se agarraba a su historia para perdonar las deficiencias actuales que está padeciendo España. Si mal no recuerdo dijo algo así como, es cierto que el Estado de Bienestar se está debilitando, por diversos motivos, pero hay que recordar que nuestro partido fue pionero e impulsor de la implantación de este Sistema de Bienestar. Por mi cabeza pasaron muchas ideas, como recordar la dictadura comunista de Cuba que todavía tiene por Lema “ Hacia la Victoria”. Aún así no con ello intento atacar al socialismo, puesto que otros partidos de derechas también dan un retoque con sus nuevas propuestas de mejora, que no hacen sino reducir derechos sociales.


Si preguntamos a una persona mayor sobre cómo está la sociedad hoy en día, nos puede dar dos tipos de visiones, generalmente: una de ellas es que la sociedad está muy mal, existen muchas guerras y los jóvenes de hoy en día están desorientados y no saben qué hacer. La otra visión, es la contraria, en reminiscencia de sus épocas de hambrunas y guerras, pues nos dirían que la sociedad está mucho mejor y que los jóvenes tienen mayores oportunidades. Sin embargo, el otro día leyendo sobre las propuestas del movimiento ideológico de ecología social (Decrecimiento de http://www.sevilladecrece.net/), propone nuevas mejoras ecologistas porque, entre otras causas, tal cual está ahora mismo la sociedad no se puede garantizar que nuestra futura generación vivan mejor que nosotros, cosa a lo que no estamos acostumbrados, ya que nosotros hemos vivido mejor que nuestros padres, y éstos mejor que nuestros abuelos.


¿Por qué hablar de todo esto?, pues bien parece ser que la gran crisis que estamos viviendo ha tenido y tiene numerosas repercusiones. Por parte del ámbito sanitario, los recortes que se están haciendo encandilan las críticas de los profesionales de la sanidad que cada vez ven más a la sanidad como una empresa privada que como un bienestar social y público. Con la educación pasa lo mismo. Los recortes en políticas universitarias y los recortes de salarios y recursos de los profesionales de la educación no hacen más que poner la guinda al pastel de lo que ya se criticaba a la educación. Y así, podemos analizar diferentes ámbitos de la política y del sistema. Es por ello por lo que se llama crisis de Sistemas o sistémica. El otro día el Papa Benedicto XVI también alertaba de una crisis de valores y de fe cristiana, a raíz de este desequilibrio económico, social, político mundial. Todo esto, por desgracia, no hace más que incrementar nuevos focos de atención que se convierten en personas en riesgo de exclusión social y con nuevas necesidades sociales. Si unas políticas económicas y laborales no funcionan, y las políticas de consumo son defectuosas, y dejan parado a un cabeza de familia con unos hijos en edad escolar y una madre en el paro, suben los impuestos y aumentan los precios del mercado. Muchas ayudas las recortan, otras la suprimen, etc., es normal y evidente que aparezca la exclsuión social. Ya lo dice el texto que trabajamos la pasada clase “El Gran Saqueo”, de Joaquín Estefanía. El País. “ es significativo observar el incremento de hogares que no reciben ni ingresos de trabajo, ni del sistema de pensiones, ni de prestaciones por desempleo”. En definitiva, la cohesión social se agrieta, se está desestructurando, impidiendo que exista una igualdad real de oportunidades, y lo más alarmante es que actualmente no es sólo que no exista una igualdad, sino que ya ni existen las oportunidades.


Ya comenzábamos esta reflexión haciendo alusión a la responsabilidad pública ante los problemas de marginación, exclusión y desadaptación. Duele ver, como futuro profesional de la Educación Social y el Trabajo Social, cómo esta concepción de solidaridad en la responsabilidad se está perdiendo, y principalmente desde nuestras políticas sociales, y su utilización. Parece ser que estamos volviendo otra vez al problema como responsabilidad individual. Ya lo veíamos en Semana Santa con la polémica de los Sin Techos, o lo vemos actualmente con las propuestas de remodelación del Sistema Sanitario y el copago. Pero claro, no hay nada que he dicho que no se nos hayan informado por los medios o lo hayamos pensado, lo que más me preocupa es ¿ dónde quedaremos los educadores sociales y trabajadores sociales?, ¿ De qué manera estaremos limitados en nuestra práctica profesional? ¿ Hacia dónde iremos?. Que el gobierno nos tenga en cuenta y en consideración es un chiste que hace mucha gracia, aún así nosotros como educadores sociales estamos luchando para que seamos visibles como profesión práctica y científica. Nuestra limitación versará en trabajos precarios, no correspondidos con nuestra profesionalidad, y con unos sueldos que mejor no imaginarlos.


Pero, existe otra cuestión más preocupante, o al menos nos debería de preocupar pues ante todo si en algo hemos de destacar es que luchamos conjuntamente por una Justicia Social. La manera en la que estamos interviniendo socioeducativamente no es del todo factible, y no porque esté planteada de una forma incorrecta, sino porque los recursos, los medios, y las prestaciones que se facilitan desde las políticas sociales son escasos, y a todo ello hay que sumarle los llamados nuevos riesgos sociales, que Luis Moreno argumenta en su texto “España y el Bienestar Social”, (podéis acceder a él en el apartado enlaces):



  • La mayor participación femenina en el mercado formal de trabajo


  • El incremento del número de personas mayores dependientes


  • El aumento de la exclusión social entre aquellos trabajadores con un menor nivel educativo


  • La expansión de los servicios privados, y la desregulación de las prestaciones y servicios públicos.


Estos Nuevos Riesgos Sociales, como decíamos al principio de esta entrada, crearán nuevas necesidades sociales que tendremos que intervenir profesionalmente. Es por ello por lo que se debería de trabajar por nuevas formas de intervenir socioeducativamente, desde un ámbito más centrado en la sociedad y en la familia, así como en la escuela, sin dejar atrás un modelo comunitario de intervención que está actualmente en auge. Ante esta gran propuesta que generaría un gran debate, nos podemos hacer la pregunta ¿cuál es el rol a desarrollar por las instituciones públicas, así como por los profesionales dedicados a los social, en la lucha contra la pobreza, marginación y exclusión social, y con el objetivo de la inserción social, inclusión en la misma y mayor cohesión social? Como podemos apreciar es una pregunta que requiere una respuesta bastante compleja y extensa, más teniendo en cuenta que las instituciones públicas, depende en cierta forma de las políticas, no sólo sociales sino económicas del país. Personalmente pienso que se debería de defender ante todo los derechos sociales de las personas, así como evitar ante todo la exclusión social, manteniendo unos mínimos de subsistencias. Cando hablo de éstos mínimos no sólo me refiero a todo lo relacionado con lo monetario y lo alimenticio, sino también a la educación, la sanidad, la vivienda, el empleo. Y para ir concluyendo y en defensa de mi profesión diré que la Educación Social, así como su aplicación práctica y profesional es y debe de ser un derecho social a la cual toda persona pueda acceder. Es por ello, que las instituciones públicas deberían de garantizar y proveer dichos derechos.